La Guerra Fría ha revivido y el nuevo escenario es Ucrania. La administración de Joe Biden ha dejado de lado su política pasiva y ha puesto en alerta a más de 8.000 soldados para afrontar una posible invasión rusa a Ucrania.
El secretario de Defensa estadounidense, emitió órdenes de preparación para el despliegue de los 8.500 hombres que se encuentran en Ucrania, bajo la dirección de Joe Biden. No obstante, aclaró que aún no se han tomado decisiones para desplegar las tropas.
Por su parte, representantes de Ucrania y Rusia se reunirán en París este miércoles, para tratar de aliviar las tensiones.
Lila Abed, internacionalista y politóloga, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón
“Todo hasta el momento indica que en las negociaciones diplomáticas no se ha alcanzado un acuerdo entre los altos funcionarios estadounidenses y los rusos. No se ha podido frenar la tensión que ha ido creciendo. Todo indica que el presidente Vladimir Putin está contemplando avanzar con un ataque militar, porque ya acumula hasta 127.000 tropas en la frontera con Ucrania. La invasión podría ser en cuestión de días o semanas y es por ello que hemos visto que el gobierno de Joe Biden han llevado a cabo un cabildeo muy profundos con sus aliados de la OTAN”, dijo Adeb.
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La analista explicó que lo que busca Biden es tener una respuesta coordinada y contundente si hay una posible invasión rusa, y también están reforzando militarmente las defensas ucranianas.
“Biden ya ha advertido a Putin que su gobierno va a enfrentar consecuencias económicas severas, si se atreve a dar el paso de la invasión. Por eso han aumentado las conversaciones y el diálogo. Todos los informes de inteligencia dan a entender que Putin invadirá a Ucrania en los próximos días”, agregó.
La situación llega al extremo porque occidente ha ido endureciendo su discurso. En principio señalaron que responderían con severas sanciones económicas. Luego Reino Unido envía armamento ligero para reforzar a Ucrania, Alemania enfatiza que no admitirá una invasión rusa a Ucrania, y ahora, Estados Unidos pone en alerte a más de 8.000 tropas.
“Esto ha sido un revés en la política exterior del presidente Biden, debido a que había dicho que enviar soldados estadounidenses como respuesta no estaba contemplado. No obstante, hay dos caminos. Si se da la invasión, occidente responderá con sanciones económicas severas, que atacarán a industrias claves del Kremlin. Por otro lado, Estados Unidos y sus aliados están demostrando que a diferencia de 2014, cuando Rusia toma la península de Crimea, si puede haber una respuesta militar en esta ocasión. Con la presencia de tropas, los países occidentales afirman que responderán militarmente, lo que hace pensar dos veces a Putin porque el costo en vidas de una invasión ahora podría ser mayor”, destacó la experta.
Abed señaló que para Putin sería muy costoso políticamente explicarle a su ciudadanía el por qué hay tantos muertos con una invasión que no es apoyada por otra nación de las que formaron parte de la extinta Unión Soviética.
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“Hasta ahora, la respuesta de los países occidentales ha sido bien planteada y coordinada. Sin embargo, un enfrentamiento militar también tendrá un costo muy grande para los países occidentales y, en especial, para el gobierno de Biden”, sentenció.
Uno de los motivos que complica la situación, es la división social que hay en Ucrania. La parte del este del país es pro-ruso y está a favor de la invasión rusa, pero la parte occidental del país, quiere formar parte de la Unión Europea y la OTAN.
Finalmente, la analista destacó que una de las exigencias de Putin es que Ucrania no sea miembro de la OTAN ni ahora ni en el futuro.
“Estados Unidos y la OTAN no están dispuestos en acceder a las concesiones que está pidiendo Putin. Es por ello, que vemos que las negociaciones están deterioradas y no han podido alcanzar una solución no militar. Lo que podría aliviar las tensiones es que Putin retire sus tropas”, puntualizó Abed.
