Cuando perdemos de manera inesperada a un ser querido nos queda el malestar intenso de no haber tenido tiempo para despedirnos. Un duelo sin despedida: ¿qué consecuencias tiene?
Cuando nos dan la noticia del fallecimiento, el impacto emocional es muy intenso. Podemos experimentar incredulidad, que es mucho más intensa cuando es inesperada la muerte del ser querido. Sentiremos angustia, irritabilidad por la impotencia y sentimiento de injusticia por todo lo que está pasando, tristeza sin fin.
Héctor Vizcarrondo, psiquiatra, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Afecta mucho el duelo sin despedida. El duelo es un proceso de digestión psicológica ante una pérdida. Es un proceso que toma un tiempo de manera saludable, que en promedio, está por el orden de los seis meses. Ese duelo, se ve afectado por el motivo y la característica de los hechos que lo conlleva. En este caso, la gente es sorprendida y el duelo no es esperado. Es decir, no hay una preparación para afrontar esa situación”, dijo el experto.
Vizcarrondo comentó que la primera parte del duelo es la negación. Luego puede estar el sentimiento de culpabilidad por cualquier motivo. Finalmente, hay una etapa de diálogo, una conciliación y una resolución del duelo.
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En el caso de una tragedia la situación es mucho más grave. Las personas vieron como el edificio se desplomaba el edificio donde estaban sus familiares. También está el hecho de que no está el cadáver, por lo que se alienta una pequeña esperanza.
“El proceso de digestión mental se ve alterado ante esa situación. Es un proceso que no se cumple en sus fases y las personas que los sufren se pueden estancar en una de las fases. Eso puede ocasionar un duelo psicológico. La persona se queda en la negación y con una cierta esperanza de que se puede encontrar a su familiar con vida. Eso altera el proceso natural del duelo. Puede devenir un duelo patológico que se puede convertir en una depresión”, expuso el psiquiatra.
El doctor también destacó que se puede producir el estrés postraumático.
“Las personas que vivieron la situación desarrollarán un estrés postraumático que produce trastornos importantes. Pasa en los niños, en los familiares, en los sobrevivientes e incluso les puede suceder a los rescatistas”, añadió.
