La UE y el Reino Unido alcanzan un acuerdo «histórico» sobre Irlanda del Norte. El primer ministro británico saca adelante un acuerdo con Bruselas que sus predecesores no lograron y esquiva una crisis que ha tenido un fuerte coste político y económico para el país.
Rafa de Miguel, periodista y corresponsal en Reino Unido e Irlanda de EL PAÍS, abordó el tema en el programa En Conexión Radio, conducido por César Miguel Rondón.
“Cuando en 1998 se firma el Acuerdo del Viernes Santo, el Reino Unido formaba parte de la Unión Europea. Eso solucionó el problema sangriento en Irlanda del Norte. Con ese acuerdo, se puso en marcha un gobierno y se creó una frontera invisible. Ya no había frontera en la isla de Irlanda. Se podía pasar de un territorio a otro y las tensiones se aliviaron. Había gente que se sentía británica y otra que se sentía irlandesa”, dijo de Miguel.
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Sin embargo, el periodista señaló que cuando el Reino Unido puso en marcha el Brexit, surge un problema porque la Unión Europea protege a sus mercados internos e Irlanda forma parte de ese mercado.
“La única manera de proteger ese mercado, era poner una frontera entre las dos Irladnas. Eso provocó pánico entre las sociedades y comunidades. Eso tenía que evitarse. La solución fue el llamado Protocolo de Irlanda, donde se dejó que Irlanda del Norte formara parte de la Unión Europea y de su mercado interno, pero muchos se sintieron traicionados y abandonados. Había muchas quejas de los empresarios que transportaban mercancía al territorio británico y tenían que hacer una serie de papeleo, porque Irlanda del Norte era Europa. Todo eso enturbió la situación enormemente”, apuntó.
Finalmente, de Miguel destacó que actualmente el primer ministro Rishi Sunak, quien es pragmático y diplomático, logró negociar de buena manera.
“Ha sido muy técnico en los detalles y ha sacado adelante el Acuerdo de Windsor para aliviar problemas. Ahora, debe convencer al ala más radical de su partido para tener buenas relaciones con la Unión Europea”, puntualizó.
