En el marco del análisis del fenómeno migratorio venezolano, el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello, realizó una investigación para lograr determinar, no solo el número de niños, niñas y adolescentes que no acompañados o separados están migrando, sino las condiciones en las que lo hacen.
Llevar un cálculo certero de la cantidad de niños, niñas y adolescentes acompañados o separados en situación migratoria es complicado, por muchas causas, una de ellas la ausencia de respuestas institucionales que permitan su identificación, registro y acompañamiento.
Ligia Bolívar, especialista en derechos humanos e investigadora del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“La motivación fundamental para realizar el estudio es el hecho de lo poco visibilizado que está el tema de los niños, niñas y adolescentes no acompañados y separados que salen de Venezuela. La gran mayoría de ellos tienen como destino Colombia, pero también encontramos niños en Ecuador y Perú. Es decir, también siguen hacia esos países. En entrevistas con algunas personas, también supimos de niños no acompañados en Uruguay y Chile”, indicó la experta.
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Para Bolívar, las motivaciones de estos niños para que salgan a caminar hasta otro país son diversas.
“En algunos casos son los padres quienes los estimulan. Hay casos de jóvenes de 16 y 17 años, que son hermanos mayores y su mamá no trabaja, sienten mucha responsabilidad y mucha carga para ayudar a sus familias. Hay muchachos que están huyendo de violencia familiar. También se está dando el caso de que están captando a jovencitas por las redes sociales, les ofrecen trabajos muy atractivos y cuando llegan son víctimas de trata”, agregó.
Según la entrevista que tuvimos con expertos, la mayoría de los niños son de 12 hasta 17 años.
“Hemos detectado a muchachas muy joven que son víctimas de embarazos precoz por abuso sexual. Es un gran reto saber el número total de jóvenes, porque salen sin documentos, sin pasaporte, sin permiso para salir del país y generalmente intentan pasar por desapercibidos. No obstante, hemos contabilizado unos 25.000 niños”, informó Bolívar.
