Las repercusiones de la asunción en el poder de Afganistán por parte de los talibanes siguen teniendo consecuencias en la escena internacional. Mientras Francia y Qatar continúan sus operaciones para seguir evacuando civiles, Estados Unidos encabezó de nuevo este fin de semana, un reproche contra los talibanes en el poder.
Las promesas que en un principio los talibanes comunicaron, se han hecho, como todos lo pensábamos, falsas, específicamente en el tema de derechos humanos.
Ahora, junto a un grupo de naciones occidentales, Estados Unidos expresó su preocupación por una serie de «ejecuciones sumarias» de las que distintas organizaciones de derechos humanos acusan a los talibanes de estar llevando a cabo en el país contra antiguos miembros de las fuerzas de seguridad afganas.
Dan Kucawca, analista político, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Hay varios reportes importantes internacionales previos y actuales. El más importante que detonó la condena que incluye a Estados Unidos, la Unión Europea, Australia, Nueva Zelanda, Japón, y otros, fue por un informe de Human Rights Watch que develó evidencias de 47 asesinatos extrajudiciales documentados, pero probablemente haya más. Ese fue el detonante, pero vienen ocurriendo este tipo de situaciones todo el año”, dijo Kucawca.
El experto también destacó que ha habido masacres documentadas y persecuciones a mujeres y disidentes.
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“Hubo una decapitación a una jugadora de bowling que fue repudiada por la Federación Italiana de Bowling. Todas las jugadoras de bowling están en la clandestinidad y lo mismo ocurre con otras deportistas. Estamos escuchando que hay ejecuciones de intelectuales y líderes políticos”, agregó.
La situación en Afganistán es terrorífica. No obstante, lo que está ocurriendo era lo que se esperaba una vez los talibanes regresaron al poder.
“Para los que conocemos la naturaleza del régimen talibán, si se esperaba esto e incluso más. Sin embargo, cuando regresaron al poder tuvieron una inteligente campaña de relaciones públicas, donde mostraron una imagen que se desmarcó de su gobierno anterior. Dijeron que iban a respetar los derechos humanos, a las mujeres y a la disidencia política. Pasado el tiempo y al haber tenido cierto reconocimiento, volvieron a lo mismo”, añadió.
Ellos triunfaron en una guerra contra Estados Unidos y se sienten poderosos. Por esa razón ya no hacen caso a los llamados de la comunidad internacional.
“La idea de la comunidad internacional es presionarlos desde su necesidad de asistencia económica y política. La catástrofe humanitaria de Afganistán llega al 95% de la población que está en la extrema pobreza. La situación económica los puede hacer moderarse, pero la realidad es que no ha sido así y ha prevalecido la ideología fundamentalista del islam”, puntualizó.
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