América Latina sigue viviendo una profunda crisis de derechos humanos tras verse asolada por la pandemia del COVID-19, ante unos Gobiernos que limitaron el acceso a las vacunas, denunció este martes Amnistía Internacional (AI) en su informe anual.
Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
Este informe de Amnistía Internacional del año 2021 sobre la situación de los derechos humanos, claramente nos deja un legado nocivo para los próximos años. Este año 2021, que tenía que representar el año de la recuperación justa de la pandemia, en realidad se convirtió en el año incubador de mayor desigualdad de justicia para nuestro continente”, dijo Guevara Rosas.
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La directora para las Américas de Amnistía Internacional, destacó que en varios países de la región no atendieron las causas estructurales, lo que permitió que fueran más afectados por la pandemia del COVID-19.
“El número de fallecidos por la pandemia, que ya asciende a 2.7 millones de personas en nuestro continente, representa el 44% del total global de todos los casos. Esto es, lamentablemente, un síntoma de las múltiples crisis de derechos humanos que enfrenta nuestro continente. La mayoría de ellas generadas por los propios gobiernos, que han emprendido campañas de desprestigio contra organizaciones de la sociedad civil, defensores de derechos humanos y de periodistas independientes”, señaló.
Guevara Rosas enfatizó que América Latina es “la región más letal para la defensa de derechos humanos.
“Muchos gobiernos siguen emprendiendo políticas represivas y cierran el espacio democrático”, apuntó.
Finalmente, la experta manifestó que hay un común denominador en la región, que ante la protesta y la exigencia de derechos, la respuesta es represiva.
“Esta realidad la vimos en países como Colombia, Cuba, Nicaragua y Venezuela”, puntualizó.