El Senado de Estados Unidos votará el miércoles una legislación para codificar el derecho al aborto como una ley en reacción al proyecto de decisión filtrado que indica que la Corte Suprema está a punto de anular su histórico fallo Roe v. Wade de 1973.
Daniela Martins, directora de estrategia y comunicaciones del Women’s Equality Center, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Hoy se está preparando en el Senado el Women’s Health Protection Act, que es una legislación que codificaría a protección a la interrupción del embarazo que en este momento garantiza federalmente Roe v. Wade, pero que después de la filtración de la intención escrita por la Corte Suprema, se podría derogar la legislación que permite el aborto en Estados Unidos. Por eso, es urgente para el Senado y el Ejecutivo tomar acciones para garantizar los derechos a nivel federal”, dijo Martins.
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Hay personas que están convencidas de que la Corte Suprema, con mayoría conservadora, aprobarán el borrador de la ley que prohíba la práctica del aborto.
“En lo inmediato esto tendría consecuencias absolutamente atroces e inimaginables para 36 millones de mujeres en edad reproductiva que viven en los 26 estados que inmediatamente harían valer su proyecto de ley”, agregó.
La activista señaló que cuando se habla de acceso al aborto, no se está hablando de acceso al aborto cuando una persona no quiere tener al bebé o los métodos anticonceptivos fallaron, también se habla por razones de salud.
“Hay embarazos de alto riesgo que pueden poner en peligro a la madre. Esos embarazos se tienen que interrumpir. En países donde el aborto está prohibido, que será el caso de la mitad de Estados Unidos, vemos una reducción de los abortos seguros. Lo que vemos son abortos clandestinos más peligrosos”, comentó.
Finalmente, Martins destacó que en los países donde no se permite el aborto, también se ven los casos de persecución a mujeres que han tenido pérdidas naturales.
“Esto es algo que preocupa mucho, porque algunas de estas leyes tienen lenguaje preocupante. Uno de cada cuatro embarazos terminan en una pérdida natural”, puntualizó.
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