El Departamento de Estado de Estados Unidos designó el viernes un nuevo coordinador para su investigación del llamado sÃndrome de La Habana, ante la presión del Congreso para que investigue y responda a los cientos de denuncias de lesiones cerebrales presentadas por diplomáticos y agentes de inteligencia.
Periodista de The Hill, Rafael Bernal, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“El problema es que no se sabe a ciencia cierta qué es el sÃndrome de La Habana. Hasta ahora se ha presentado en varios diplomáticos, varios espÃas y agentes de la CIA que presentan dolores de cabeza, mareos, zumbidos en los oÃdos y otros sÃntomas. Es una enfermedad y una serie de condiciones que ha sido difÃcil determinar de dónde vienen y qué los está causando. También es complicado decir si se han reportado todos los casos y si tienen la misma afectación en todos los casosâ€, dijo Bernal.
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Se llama sÃndrome de La Habana, porque ha afectado, en su mayorÃa, a funcionarios que han estado en La Habana.
“Los primeros reportes de esta serie de sÃntomas se dieron en trabajadores de Estados Unidos en la embajada en Cuba. Los canadienses también reportaron algo similar. Ahora se han ampliado hasta llegar a diplomáticos norteamericanos en paÃses como en China y Rusiaâ€, agregó.
El periodista también infirmó que los sÃntomas han variado. “Ha habido reportes de personas que han escuchado un sonido extraño y luego sufrieron mareos. Varios diplomáticos han dicho que han continuado con ciertos sÃntomas una vez han dejado esos paÃses y regresado a Estados Unidosâ€.
La administración de Donald Trump no le dio mucha importancia al tema, pero en estos momentos el secretario de estado, Antony Blinken, habló directamente sobre el tema.
“Lo que se ha demostrado es que las personas que sufren el sÃndrome de La Habana son menos efectivos al momento de realizar su trabajo. Por eso se cree y se investiga la posibilidad de que sea un ataque. Lo más peligroso es de dónde proviene este presunto ataque, porque puede ser considerado como un acto de guerra. Es difÃcil actuar en contra de estoâ€, explicó el reportero.
