“Recientemente pasé unos días en la ciudad de Bogotá. En un par de ocasiones el taxi en que me trasladaba fue abordado por un grupo de adolescentes que se ofrecían para limpiar el parabrisas. Ante la negativa del conductor, reaccionaban agresivamente reclamando que necesitaban dinero para comer. La escena de por sí inquietante, causaba mayor dolor al constatar que por su acento se trataba de compatriotas”, describe un artículo de Fernando Pereira, educador y fundador de Cecodap.
Esta semana se dio a conocer que actualmente, 3.643 niños, niñas y adolescentes venezolanos tienen en Colombia un proceso activo de restablecimiento de sus derechos, es decir, que fueron víctimas de delitos como violencia sexual, abandono y trabajo infantil.
Pereira amplió la información en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Esto ocurrió hace varias semanas, estuve tramitando la visa americana y tuve que permanecer varias semanas en Bogotá y tuve que desplazarme para aprovechar diferentes reuniones y contacto con organizaciones. Lamentablemente la reacción violenta de los chicos genera animadversión hacia los venezolanos. Lamentablemente, ahí comienza la xenofobia y el malestar de todo lo que es venezolano”, dijo Pereira.
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El defensor de los derechos de los niños y adolescentes, comentó que hay cerca de 4.000 niños y adolescentes venezolanos tienen procesos de protección en Colombia, porque han sido víctimas de algún tipo de maltrato o abuso sexual.
“Se habla de casi 1.200 niños abandonados. Es decir, que están completamente solos en Bogotá. Resulta mucho más duro, porque muchos han migrado solos. Están a la buena de Dios y el Estado venezolano que debería ser su protector, no da ninguna señal de preocupación. Estos jóvenes están en un limbo humano”, apuntó.
El éxodo de venezolanos no se ha detenido, por más que se diga que la situación en Venezuela ha mejorado.
“En la mayoría de los casos estos niños han salido por sus propios medios, usando trochas y caminos ilegales. A veces se acompañan de otros adolescentes o algún adulto conocido. El tema de la desprotección arranca antes de emprender el camino de migración, porque en Venezuela no se les garantiza sus condiciones de vida”, agregó.
Finalmente, Pereira destacó que esta situación no solo se limita a Colombia, sino que se extiende a los otros países de América del Sur.
