Tras caer en bancarrota, la administración de Nicolás Maduro aplica un severo recorte del gasto público que impacta, entre otros ámbitos, el funcionamiento de las universidades autónomas que en gran medida dependen del dinero del Estado para ofrecer educación gratuita, financiar proyectos de investigación y realizar labores de extensión.
La ruina del socialismo del siglo XXI deja en el pasado el sistema en que la renta petrolera permitía operar a las universidades sin cobro a los estudiantes, poco peso de los recursos propios respecto a los gastos y un gran número de jubilados, obreros y empleados.
Desde 1958, con la llegada de la democracia, el petroestado venezolano amplió el acceso a la educación superior mediante distintas vías, pero el ensayo más exitoso fue a través del financiamiento de cinco universidades autónomas: la UCV, la Universidad de Carabobo, La ULA, la Universidad de Oriente, la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado y la Universidad del Zulia.
El periodista Víctor Salmerón abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Lo que podríamos decir es que las universidades en este momento están prácticamente inactivas y hay toda una mezcla de factores como un salario precario para los profesores, investigación paralizada y migración del personal cualificado”, dijo Salmerón.
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El periodista destacó que el Estado venezolano ya no tiene capacidad para redistribuir los recursos. “Eso lo vemos en las cuentas de la Universidad de Los Andes. En febrero, los profesores universitarios cobraban 10 dólares como parte de su salario y un bono. Para que estos profesores puedan cobrar 300 dólares mensuales, que es menos del salario mínimo en Ecuador, la universidad necesita 26 millones de dólares al año, y el presupuesto que recibió este año es de 950.000 dólares”, agregó.
Estas cifras indican que estamos ante el colapso de la universidad pública venezolana. “Este es un momento que la clase media venezolana se ha proletarizado y también depende en mayor medida de la educación pública”, explicó.
Para Salmerón, el chavismo siempre quiso controlar a la universidad autónoma. “De hecho creó un sistema paralelo con la Unefa y la Universidad Bolivariana, pero el colapso es de tal magnitud que es total. Si no hay una reingeniería que influya el financiamiento del estado a las universidades públicas, comenzará un esquema de ingresos propios. Es decir las universidades darán asesorías a las empresas, en un entorno donde las empresas invierte poco”, señaló.
El periodista también resaltó que otro de los escenarios posibles es que las universidades comiencen a cobrar matrículas. “Hay quienes dicen que el estudiante que provenga de un liceo privado, tendría que pagar la universidad. No obstante, estas salidas son simbólicas porque no serán una solución de fondo”, añadió.
“Si el país no rescata su educación superior de calidad, a mediano plazo vendrá un escenario tétrico, porque va a tener unos liceos mediocres y universidades mediocres. Ese es el fondo del asunto, el futuro será una formación de profesionales mediocres y un país más sub-desarrollado”, puntualizó Salmerón.
