FA/CMR
Dos años, la pandemia y un presidente populista de izquierda, así podría resumirse esta historia que tiene como protagonista a Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.
El 1 de diciembre de 2018, estrenando cargo decía: “Amigas y amigos, por mandato del pueblo, iniciamos hoy la Cuarta Transformación política de México, puede parecer pretencioso o exagerado, pero hoy no solo inicia un nuevo gobierno, hoy comienza un cambio de régimen político”
Dos años más tarde, éstas fueron sus palabras:»No ha sido fácil». Admitió que la pandemia del Covid-19, así como la crisis económica y las críticas de los conservadores, han sido los fenómenos más difíciles de enfrentar durante los dos primeros años de gobierno.
«Mire, lo más difícil hablando de tres obstáculos, tres problemas, lo más difícil la pandemia, además muy doloroso, eso duele mucho, eso es lo que más nos ha afectado»
La pandemia se ha cobrado la vida de 105,940 personas en los datos reconocidos por AMLO. Es ya la segunda causa de muerte en México, pero estimaciones oficiales que comparan fallecidos del año pasado con las ocurridas en este, indican que podrían haber ya más de 155,000 muertes por COVID-19 en ese país..
Al inicio, López Obrador convirtió la lucha con el Covid en un asunto mágico religioso.
El 19 de marzo, cuando México estaba por iniciar la segunda fase por el Covid-19, el Presidente mexicano expresó: “Detente enemigo, que el corazón de Jesús está conmigo”, al momento que fijó la mirada en unas imágenes religiosas que sacó de su cartera, como “guardaespaldas contra el coronavirus”.
“Son mis guardaespaldas”
En sus palabras del lunes 29 de noviembre del 2020, López Obrador sostuvo : «Procuramos que nadie se quedara sin atención médica, sin una cama, sin un respirador, sin un médico»…»no se permitió que sucediera lo que desgraciadamente pasó en países europeos, incluso en Nueva York».
La realidad es que la situación sanitaria es preocupante, hay un 38% de las camas ocupadas, y una alta tasa de mortalidad del 11%, como lo refleja el hecho de que México estando en el puesto 11 de contagios, según el informe de la John Hopkins University, esté en el número 4 en el mundo, por el número de muertes.
También el lunes 29 de noviembre, el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus señalò que «La situación en #México es muy preocupante. Los números muestran que el país está en mala situación.
Cuando suben los casos y también las muertes es un problema muy serio y pediríamos a México que sea serio. Esperamos que todos los líderes den ejemplo»
Según resalta el periodista mexicano Carlos Loret de Mola, en el diario ABC de Madrid: «La tragedia sanitaria se gestaba desde antes.” AMLO desapareció el Seguro Popular y dio paso al Instituto de Salud para el Bienestar. El resultado fue un desabastecimiento de medicamentos y un repunte en las quejas por falta de atención médica.
Y en temas económicos, el triunfo electoral de AMLO y sus acciones en el gobierno generaron una epidemia de desconfianza entre los empresarios, que derivó en el freno de las inversiones, tanto pública como privada, que el año pasado provocó un decrecimiento de la economía. Su administración había llevado ya al país a esta casi recesión cuando llegó el COVID-19.”
Sin embargo, las encuestas no parecen demostrar los errores de su gobierno
López Obrador cuenta con un 61% de aprobación, de acuerdo con las cifras de la última encuesta realizada por la agencia de investigación especializada en opinión pública, Enkoll. El mandatario mexicano llegó a su primer año con una aprobación de 72%, es decir, ahora cuenta con apenas 11 puntos menos
Pareciera que la mentira de los populistas tiene su encanto y supera con creces las verdades de una oposición desconectada emocionalmente de su pueblo.
