Cuando comenzó el 2020, nadie en Estados Unidos esperaba que iba a terminar de la forma que está concluyendo. Con cientos de miles de personas contagiadas de COVID-19, más de 293.000 fallecidos, millones de personas confinadas, la crisis económica causando estragos y el presidente Donald Trump a punto de salir de la Casa Blanca.
Al remontarnos al mes de enero, Trump realizó una sesión de inteligencia en el Despacho Oval en la que el Asesor de Seguridad Nacional Robert O’Brien, le dijo: “El COVID-19 será la mayor amenaza de seguridad nacional que enfrentará en su presidencia”. Asimismo, el asesor adjunto, Matthew Pottinger afirmó que “el mundo enfrentaba una pandemia similar a la de 1918”.
El presidente Trump hizo caso omiso, ignoró a sus asesores, a los especialistas médicos y las consecuencias se están viviendo 12 meses después. Muchos analistas consideran que su mala gestión con el COVID-19 fue la principal causa de su derrota electoral.
Leopoldo Córdova Romero, médico pediatra e infectólogo, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
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“El problema comenzó desde noviembre de 2019, en los mercados de la ciudad de Wuhan, donde se detectaron los primeros casos. Existe lo que se llama la vigilancia epidemiológica establecida por la Organización Mundial de la Salud, en la cual cuando hay más de dos contagios de una enfermedad hay que denunciarlos. Es una denuncia obligatoria para contener la enfermedad. Eso no se hizo y llegamos al estado en el que estamos, que es una pandemia de grado 6”, explicó el especialista.
Para Córdova Romero, la falta de vigilancia epidemiológica y la incapacidad política han sido los factores claves para que la pandemia del COVID-19 se haya agravado.
“Hubo una mezcla entre el manejo político y el sanitario. Este ha sido el impacto más importante del año. Ha afectado la salud mundial. Para este momento hay 67 millones de casos y 1.500.000 muertos. Aunque hay otras enfermedades que tienen una mayor tasa de mortalidad, el COVID-19 ha impactado en la sociedad, en la economía y en la familia. Sobre todo en lo que tiene que ver con la salud emocional. El COVID-19 se ha propagado porque la ciencia y la política no se han entendido”, explicó el infectólogo y pediatra.
Durante todo el año vimos al Presidente Trump ofender al doctor Anthony Fauci, a despedir a los asesores que no estaban de acuerdo con su proceder, y tampoco hizo uso del tapabocas.
“Se trató de hacer un manejo político por la campaña. Cuando los médicos daban unas directrices, por fines políticos se hacía todo lo contrario. En países que trataron la pandemia con las medidas de prevención como Japón, Nueva Zelanda, Corea del Sur, entre otros, pudieron minimizar los efectos. Esta es una pandemia de urbe, de grandes ciudades. Donde hay economía y vida, es donde la pandemia causa más estragos”, destacó Córdova Romero.
El doctor destacó que las medidas de prevención deben seguir hasta lograr una inmunidad de rebaño.
“Tenemos que seguir utilizando la mascarilla, porque tiene doble función: protege a la persona que la lleva y protege a las otras personas. Tenemos que seguir lavándonos las manos y con el distanciamiento social.
Finalmente, el experto enfatizó que pasarán dos o tres años para que el 60% de la población mundial pueda estar vacunada.
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