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En 1992, dos días después de una huelga ferroviaria paralizante, el entonces Sen. Joe Biden llegó al pleno del Senado y denunció la naturaleza desequilibrada de las leyes laborales federales que se ocupan de la industria ferroviaria: leyes, argumentó, que esencialmente permitían a las corporaciones, los reguladores y, en última instancia, el Congreso pasar por alto a los trabajadores. Así lo reseña Político.com:“Necesitamos restaurar una medida de equilibrio en estas negociaciones”, antes de votar el senador Biden con sólo otros cinco senadores en contra de detener la huelga.
Treinta años después, como presidente, Biden está recurriendo a esas mismas leyes contra las que luchaba para evitar otra huelga e imponer un acuerdo de contrato tentativo que su administración negoció pero que múltiples sindicatos ferroviarios votaron para rechazar.“Permítanme ser claro: un cierre ferroviario devastaría nuestra economía…Sin el tren de carga, muchas industrias estadounidenses cerrarían”…Como presidente orgulloso de los trabajadores, soy reacio a anular los procedimientos de ratificación y las opiniones de quienes votaron en contra del acuerdo.Pero en este caso, donde el impacto económico de un cierre perjudicaría a millones de trabajadores y familias, creo que el Congreso debe usar sus poderes para adoptar este acuerdo”.No es fácil ser presidente.
El presidente Joe Biden pidió el lunes al Congreso que interviniera y bloqueara una huelga ferroviaria antes de la fecha límite, el 9 de diciembre, al estancarse las negociaciones contractuales. El martes, Biden se reunió con la presidenta de la Cámara Nancy Pelosi (D-Calif.), el líder de la minoría de la Cámara Kevin McCarthy (R-Calif.), el líder de la mayoría del Senado Charles Schumer (D-N.Y.) y el líder de la minoría del Senado Mitch McConnell (R-Ky.) en la Casa Blanca, donde les dijo a los líderes que depende del Congreso evitar una posible huelga ferroviaria que podría interrumpir las cadenas de suministro justo antes de la temporada navideña.
“Pedí a los principales líderes del Congreso que vinieran y hablaran sobre lo que vamos a hacer desde ahora hasta Navidad”, dijo el presidente. “Hay mucho por hacer, incluida la resolución de la huelga de trenes”.
Si el Congreso actúa, pondrá fin a las conversaciones entre los ferrocarriles y cuatro sindicatos ferroviarios que rechazaron sus acuerdos que Biden ayudó a negociar antes de la fecha límite original de la huelga en septiembre. Otros ocho sindicatos aprobaron sus acuerdos de cinco años con los ferrocarriles y están en proceso de recuperar el pago atrasado de sus trabajadores por los aumentos del 24% que son retroactivos a 2020.
Por su parte, los líderes de las distintas cámaras de comercio han hecho llegar su preocupación a través de sendas misivas.
Neil Bradley, de la Cámara de Comercio de EEUU, dijo que Biden tenía razón al defender el acuerdo ya alcanzado. “El Congreso debe hacer lo que ha hecho 18 veces antes: intervenir contra una huelga ferroviaria nacional”,añadiendo que ése sería el “único camino para evitar una huelga paralizante”.
