El líder opositor venezolano Juan Guaidó ha propuesto este martes un pacto político, que tenga a la comunidad internacional como garante, con el objeto de aprobar un cronograma de elecciones presidenciales, parlamentarias y municipales justas y verificables; pide además la entrada masiva de vacunas, la liberación de los presos políticos, la reinstitucionalización del país y el regreso de los exiliados. Guaidó ha dirigido el mensaje al presidente Nicolás Maduro, pero es indudable que tiene como destinatario la comunidad internacional, que lo ha reconocido como mandatario interino del país.
A cambio, Guaidó ofrece a Maduro y a la cúpula chavista el compromiso de que, de seguir sus lineamientos, se respetarán todos los derechos políticos del chavismo, el inicio de un proceso de justicia transicional y que sean levantadas, progresivamente, las sanciones personales y colectivas que pesan sobre el régimen.
Sin embargo, un sector de la oposición encabezado por Henrique Capriles y la organización de la sociedad civil, Foro Cívico, se le adelantó a Guaidó y ya estaba negociando con Maduro. De ese diálogo surgió el nuevo CNE, la entrada del Programa Mundial de Alimentos y la concesión de casa por cárcel a los directivos de Citgo.
El periodista de la fuente política Alonso Moleiro, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“El gobierno de Maduro está tomando decisiones con importantes concesiones que no son concluyentes, pero no dejan de ser relevantes. No se descarta que puedan venir otras con el objetivo de recuperar posiciones, interlocución internacional y vínculos para lograr el levantamiento de las sanciones. Eso no quiere decir que Maduro esté cerca de perder el poder, esa no es la circunstancias, pero si hay ciertas tenciones dentro de las fuerzas armadas por la situación económica y la frontera cerrada”, indicó el periodista.
En cuanto al sector de la oposición, Moleiro explicó que hay un debate. “Durante estos 20 años hemos tenido una circunstancia pendular: fracasan las intentonas insurreccionales, las fuerzas se mueven a la parte electoral y viceversa. El liderazgo de Guaidó sigue teniendo legitimidad, pero la tesis de su iniciativa política está derrotada y él lo sabe, por eso flexibiliza su postura. Por su parte, la tendencia de Capriles, está avanzando y es avalada por ciertos entornos diplomáticos. En ese diálogo entre Maduro y Capriles, se ha llegado a la conclusión de que las elecciones regionales sean más transparentes”, explicó.
Para el analista, Maduro podría soltar pequeñas cuotas de poderes para estar tranquilo en Miraflores. “La cuestión está en ver si se puede amarrar un compromiso para unas elecciones presidenciales en 2023 o 2024”, agregó.
Mientras el escenario político venezolano se está moviendo lentamente, la sociedad sigue padeciendo la carencia de servicios públicos y de calidad de vida. En ese sentido, ningún liderazgo político de gobierno u oposición tiene representatividad ante el venezolano.
“Es cierto que la popularidad y la expectativa se ha achicado, pero hay que estar claro que Maduro no va a negociar su cabeza en estos diálogos. Sin embargo, la comunidad internacional tiene la palanca de las sanciones para procurar abrir un terreno político. El tema con la oposición es que al pesar los años se van fermentando. Los dirigentes tienen un discurso muy prefabricado, con frases hechas, y además está el debate interno que es lo que más preocupa. Se puede discrepar, pero hay que intentar pactar en lo mínimo”, afirmó el periodista.
Moleiro agregó que la irrupción de Carpiles tiene elementos interesantes a tomar en cuenta. “Él sigue siendo un hombre que está en Venezuela y está diseñando una estrategia para cambiar el gobierno. Sin embargo, debe tener una visión más amplia para poder pactar con Leopoldo López, al menos en lo básico”, añadió.
En cuanto a quién podría llevar la dirección política dentro de la oposición, el periodista expuso que hay dos tendencias.
“Los partidos grandes e importantes del G-4 y otros partidos medianos están con Guaidó. No obstante, Capriles ha aglomerado una cantidad organizaciones civiles, académicas y empresariales, para tratar de buscar una salida de otro tipo. Maduro le da a la tendencia de Capriles un poco de gasolina y espacio, para profundizar la división dentro de la oposición. Dentro de la base de los partidos que están con Guaidó, también están viendo con buenos ojos la opción electoral y se está hablando de abrir más espacios. Esa decisión va a dividir aún más porque muchos querrán participar con razón y otros no, con razones igual de viables”, añadió.
El reportero también criticó que Capriles y López no tienen la capacidad de articular fuerzas y trabajar en equipo. “Ambos trabajan para ellos mismos. Ojalá se pueda asumir con un nivel de madurez lo que viene y convivir con esas diferencias. Hay que procurar que las tendencias no se maten entre sí”, puntualizó.
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