El gobierno del izquierdista Daniel Ortega arreció este domingo los ataques contra la Iglesia católica denunciaron organizaciones de derechos humanos, tras reportar la detención de un tercer sacerdote. Se trata de Oscar Benavidez, párroco de la iglesia Espíritu Santo, ubicada en Mulukuku, un municipio ubicado en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte.
Jorge Hurtado, periodista nicaragüense, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Todo parece indicar que hay un aumento de la represión hacia la iglesia católica y en realidad, hacia cualquier voz disidente en Nicaragua. El sacerdote Oscar Banavidez, fue trasladado hacia la celda de Dirección de Auxilios Judiciales, que es mejor conocida como la cárcel El Chipote, es un centro que ha sido criticado por organismos de derechos humanos, al ser un centro de tortura psicológica en Nicaragua. Allí es donde se trasladan los mayores opositores y disidentes al gobierno. El sacerdote fue retenido sin ninguna causa abierta en su contra”, dijo Hurtado.
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El periodista informó que el sacerdote fue detenido el domingo, tras oficiar una misa.
“La policía lo interceptó, lo detuvo y fue trasladado hacia Managua, específicamente a la cárcel de El Chipote. En los últimos meses el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha llevado a prisión a tres sacerdotes”, apuntó.
Para el reportero, no hay una razón específica del por qué el régimen de Ortega está encarcelando a sacerdotes.
“Lo que se evidencia es una saña y una represión fuerte contra cualquier voz disidente. Lo que se conoce, es que este sacerdote ofició una misa, donde pidió por la iglesia católica e hizo referencias de la situación de la iglesia en Nicaragua”, explicó.
Se ha comentado de manera muy crítica, el silencio del Papa Francisco ante esta situación de los sacerdotes en Nicaragua.
“Hay mucho hermetismo sobre este tema. La iglesia católica en Nicaragua ha llamado a un diálogo con el gobierno, pero no ha sido respondida. Hay mucho descontento hacia el Papa Francisco”, acotó.
Finalmente, Hurtado destacó que la crítica surge porque el Papa Francisco trabaja por la liberación de los presos políticos en Nicaragua, pero no de forma pública.
“Esto ha causado mucha molestia en la población nicaragüense, que espera que el Papa Francisco condene estas violaciones a los derechos humanos”, puntualizó.
