Al menos 18 manifestantes fallecieron y 30 resultaron heridos este domingo en Myanmar por la represión de la policía y el ejército en las protestas contra la junta militar, en lo que significó el día más sangriento desde el golpe de Estado del 1 de febrero, según datos de la ONU.
Lucas de la Cal, corresponsal de El Mundo en Asia-Pacífico, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Este ha sido el fin de semana más sangriento desde que comenzaron las protestas hace 25 días. Hubo 18 muertos y 30 heridos. Casi 500 personas fueron detenidas. Esto es una muestra de la dura represión de militares y policías que está disparando a matar contra los manifestantes que protestan a favor de la democracia. Los militares disparan directamente a la cabeza”, afirmó de la Cal.
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Para el periodista, la situación en Myanmar se puede convertir en “un genocidio”.
“Myanmar ya estuvo bajo la tutela de una junta militar y protestas similares acabaron con la dictadura, pero dejaron un saldo de cientos de muertos. En estos momentos los líderes políticos de la democracia vuelven a estar presos”, agregó de la Cal.
El reportero también explicó que el sentimiento de la población es que sus derechos van a retroceder. “Los ciudadanos no van a tolerar la situación y en estos momentos se hace imprescindible el papel internacional de los países asiáticos que se han reunido con la junta militar de Myanmar para que deje el poder. También serán importante los movimientos de las potencias internacionales”.
Después de más de un mes de conocer de su paradero, Aung San Suu Kyi, declaró por videoconferencia. “La dictadura la acusa por violar la ley de comunicación por incitar el desorden público”, puntualizó el periodista.