El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, nombró a su cuarto ministro de Salud desde que empezó la pandemia de coronavirus. El reemplazo se produce cuando el número de muertes por COVID-19 en Brasil se acerca a las 280.000, siendo el país con el segundo mayor número de infecciones y fallecimientos del mundo, detrás de Estados Unidos.
Marcelo Quiroga, un cardiólogo del sector privado cercano al presidente Bolsonaro, con más de 30 años de experiencia, enfrentará el desafío.
El periodista Patricio de la Barra, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Brasil es actualmente el epicentro de la COVID-19, y más concretamente, Sao Paulo enfrenta la mayor tragedia de la historia. Toda la ciudad está completamente colapsada y sin posibilidades de que a medio plazo mejore la situación, si no hay una campaña de vacunación eficiente”, indicó de la Barra.
Ver más: Periodista Bartolo Fuente: «El Partido Nacional de Honduras se alejó de la política y se convirtió en un grupo de crimen organizado»
El periodista agregó que desde que surgió la cepa amazónica, que es más agresiva y ataca a la gente más joven, la ciudad de Sao Paulo se ha visto muy afectada. “También hay que decir que el comportamiento que han tenido los brasileños ante las medidas no han sido las más obedientes”, añadió.
El 32% de la población en Porto Alegre, Sao Paulo y otras regiones bastantes pobladas, han mantenido la cuarentena, pero el 68% de la sociedad no ha cumplido la cuarentena.
“Hay un colapso del sistema sanitario. Gente se está muriendo en a la espera de ser internado. En las últimas 24 horas hubo 2.841 fallecidos y más de 80.000 contagiados”, afirmó de la Barra.
Para el periodista, “el brasileño siempre fue un poco reacio a seguir las normas de comportamiento. Una población de 214 millones de habitantes y en el periodo de vacaciones llegaba mucha gente del exterior a vacacionar, que arriesgaron su vida. Las playas estaban llenas y los bares repletos. La brasileños no han visto la gravedad de la pandemia”, explicó.
En Brasil ha llegado a tal punto, que las autoridades médicas deben elegir a qué paciente atender.
“Cada hospital tiene un determinado cupo. Lamentablemente, en ciudades donde los hospitales están colapsados los médicos eligen quién vive o quién muere”, comentó el periodista.
En Conexión
Únete a nuestras redes sociales para más noticias
