Iván Duque ha perdido a otro miembro de su gabinete en medio de las protestas que ya cumplen más de tres semanas y dejan medio centenar de muertos en Colombia.
Esta vez fue el turno del Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, hombre cercano al mandatario y quien durante la última semana empezó las negociaciones con el comité del paro.
Al mismo tiempo, el Alto Comisionado para las Relaciones Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrel, trasladó su preocupación por el “excesivo uso de la violencia” en las protestas de de Colombia.
César Miguel Rondón amplió la información del tema con el analista, investigador y director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz, Nelson Rosanía.
“Hay una fractura interna en el gobierno nacional y el partido Centro Democrático, específicamente con el ex-presidente Álvaro Uribe Velez. Uribe está enfrentando y está teniendo un acercamiento con el ELN, aunque parezca contradictorio. El único que puede hacer eso es el Alto Comisionado para la Paz. No obstante, el ex-mandatario se saltó eso y allí hubo un encontronazo. Por esa razón renunció el Alto Comisionado, porque cree que Uribe le pasó por encima”, dijo el analista.
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Para Rosanía el gobierno de Duque recibe un golpe muy duro con la renuncia de Ceballos.
“En este momento de crisis política y social, quien estaba liderando el diálogo por parte del gobierno era precisamente el Alto Comisionado para la Paz. Él era el vocero del gobierno y renuncia en plena negociación. Esto tiene un impacto muy fuerte e incluso hubo críticas muy duras por parte del partido de gobierno”, agregó el experto.
Rosanía destacó que el presidente Durque está recibiendo fuego desde tres áreas. “Los partidos de la oposición, los ciudadanos marchando y los 24 días de paro nacional, y el Centro Democrático. Este último es un fuego amigo, pero en un año preelectoral los posibles candidatos comienzan a criticar al gobierno para hacerse notar y recibir el beneplácito de Uribe para ser el candidato de la derecha”, puntualizó el analista.
