El pasado viernes 16 de abril, durante el Congreso del Partido Comunista cubano, Raúl Castro renunció a la dirección del partido. El dirigente aseguró que su intención es dar paso a una nueva generación “llena de pasión y espíritu antiimperialista“.
“Continuaré militando como un combatiente revolucionario más, dispuesto a aportar mi modesta contribución hasta el final de la vida”, aseguró, aclarando que “nada” le obliga a tomar la decisión, pero que lo hace por una cuestión de principios. “Creo fervientemente en la fuerza y el valor del ejemplo y la comprensión de mis compatriotas. Mientras viva, estaré listo con el pie en el estribo para defender el socialismo”.
Jorge Duany, director y profesor del Cuban Research Institute de la Universidad Internacional de Florida, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“La salida de Raúl Castro significa una transición en la forma en que el Partido Comunista gobierna en Cuba desde hace 62 años. Todavía está por verse si esa transición hacia una nueva generación de líderes de la revolución, supondrá cambios significativos en el orden político y económico”, indicó Duany.
Para el especialista, la salida de Castro tiene que ver con el anunció de hace dos años cuando confirmaba su retiro.
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“En aquel entonces dijo que ya era hora de que la generación de los líderes históricos cediera el poder a los líderes más jóvenes comprometidos con las ideologías de los Castro. Más que una cuestión de principios, tiene que ver con el cansancio generacional. Raúl Castro tiene 89 años y los que están su alrededor tienen más de 90, por lo que la continuidad del régimen dependerá de la nueva camada de líderes”, agregó.
Para muchos especialistas el principal cambio que tiene que producirse es en la economía cubana.
“Hay dos cambios que ya se han anunciado. El primero de ellos es una ampliación de los trabajos que se pueden realizar por cuenta propia, lo que se puede denominar como una economía privada. La otra, es que se ha unificado la moneda y eso ha causado limitaciones severas”, explicó el investigador.
Para Duany, el periodo actual hacer recordar el peor periodo de Cuba, luego de la caída del Muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética.
“Este periodo es el peor del siglo XXI. El costo de la vida ha aumentado y la escasez se ha acentuado. La diferencia es que Cuba dependía del comercio exterior con el bloque soviético, luego dependía de la Venezuela de Chávez. Hoy en día Cuba está mejor preparada para enfrentar la crisis”, sentenció.
