La región boliviana de Santa Cruz volvía de a poco a la normalidad el lunes después de 23 días de huelga, la mayor protesta que le ha tocado afrontar al presidente izquierdista Luis Arce en dos años de gobierno y que ha profundizado la polarización política del país sudamericano.
“Los días de paro fueron innecesarios, irracionales y causaron grave daño a Santa Cruz”, cuestionó el vocero presidencial Jorge Richter. En medio del conflicto Arce acusó a la oposición derechista de motorizar la huelga para desestabilizar a su gobierno.
Aunque el paro se extenderá por tres días más hasta la liberación de una veintena de detenidos, según dijo Rómulo Calvo, presidente del poderoso Comité Cívico que ha convocado a la huelga, el transporte público y el comercio se iban normalizando.
Paul Antonio Coca, abogado y analista político boliviano, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
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“Lo primero que hay que decir, es que se ha visto el poder de unidad y convocatoria que tiene el Departamento de Santa Cruz. También se ha observado la verdadera cara del gobierno, que no escatima en usar la fuerza pública contra una región que protesta, que usa al Ministerio Público contra las personas que protestan, y hace uso de la propaganda gubernamental para desprestigiar al Departamento de Santa Cruz. Además, no dudó en enviar a sus partidarios para que se enfrenten a su propia gente”, dijo Coca.
El experto señaló que el gobierno de Luis Arce ha quedado muy desgastado.
“Hay una oposición ciudadana muy fuerte, pero no hay un liderazgo. Ese vacío lo está llenando Evo Morales, quien ha sido muy crítico con el tema del censo. Arce es un presidente aislado, mientras que Morales ha sido muy frontal en su contra. Es una situación donde el principal culpable es el gobierno, porque ahora sale con que realizará el censo en marzo de 2024”, agregó.
Finalmente, Coca destacó lo que está detrás del censo es la redistribución de los recursos para las regiones y la repartición de los escaños.
