El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este miércoles que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, está «mal informado», luego de que mostrara su preocupación por el «alto número» de periodistas asesinados en México en lo que va del año.
Roy Campos, analista político y presidente de la Consulta-Mitofsky, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Esta actitud de López Obrador no es nueva. Le ha dicho al gobierno de Austria egoístas. A Panamá lo ha comparado con la santa inquisición, acusó a España de conquistador y ahora le dice injerencista a Antony Blinken. En el mes de enero han asesinado a 5 periodistas, algunos con amplia proyección y muchos de los casos están ligados al crimen organizado. En febrero, los periodistas reaccionaron y manifestaron para pedir mayor seguridad en su trabajo. No obstante, todo esto se junta con la expresión del presidente hacia algunos periodistas. Por ejemplo, López Obrador expuso los ingresos de Carlos Loret de Mola en sus conferencias de prensa. Todo eso crea un ambiente donde los periodistas se sienten acosados. El secretario de Estado publica un mensaje por Twitter solidarizándose con los periodistas mexicanos, y López Obrador reacciona como si lo estuvieran acusando”, dijo Campos.
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Para el analista, López Obrador se ve aludido, porque reconoce que en el fondo hay una crítica a cómo él se refiere a los periodistas.
“Además de llamar injerencista a Antony Blinken, afirma que Estados Unidos financia a organizaciones golpistas, que solo investigan presuntos actos de corrupción de su gobierno”, agregó.
El desprestigio de López Obrador a los periodistas comenzó luego del reportaje que Carlos Loret de Mola publicó sobre el estilo de vida del mandatario en la ciudad de Houston.
“En ese caso hay un posible conflicto de interés porque el dueño de la casa es un funcionario de una compañía que era proveedora de petróleo en México. A raíz de eso, López Obrador expuso los ingresos de Carlos Loret de Mola. Esa reacción le ha hecho perder popularidad, porque su discurso siempre fue de austeridad”, explicó el experto.
Finalmente, Campos destacó que aunque López Obrador ha perdido popularidad, sigue teniendo una amplia aprobación.
“Su aprobación está alrededor del 50%. No está en riesgo, pero se le ha pegado porque no puede controlar la agenda mediática”, puntualizó.
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