El Gobierno de El Salvador sostuvo en 2020 negociaciones con las pandillas Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18-fracciones Sureños y Revolucionarios- para reducir las cifras de homicidios e «intentó esconder las evidencias», según una investigación publicada por El Faro.
Los fiscales encargados de la investigación incautaron documentos oficiales de Centros Penales después de que este medio publicara, en septiembre de 2020, que el Gobierno llevaba un año negociando con la MS13.
Hasta abril de 2021, la Fiscalía, dirigida por Raúl Melara, «llevaba un proceso de investigación criminal contra varios funcionarios del Gobierno de Nayib Bukele y durante los meses fiscales intervinieron teléfonos, hicieron seguimientos físicos, se incautaron documentos, tomaron fotografías y entrevistaron testigos» , añade la investigación.
Gabriel Labrador, periodista de El Faro, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Nayib Bukele es una persona que se rige por la popularidad. Habla constantemente de lo importante que es para él mantener un nivel aceptable de popularidad. El identificó el problema de la violencia como una de las principales preocupaciones de El Salvador. En 2015 el país estuvo entre los más violentos del mundo, alcanzando una tasa de 112 homicidios por 1.000 habitantes. De manera tal que cuando Bukele asume el poder el 1 de julio de 2019, tiene claro que si quiere congraciarse con el público debe atacar la violencia. Lanza el plan de control territorial, pero las nuevas evidencias indican que ese plan no es la causa de la reducción drástica del número de homicidios, sino por las negociaciones con bandas criminales”, indicó Labrador.
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El periodista informó que la negociación fue un intercambio. “Las pandillas se comprometieron en bajar sus niveles de violencia homicidas, y el gobierno concedía diversas medidas de relajación en los centros penales. Se les iba a permitir a los pandilleros tener sus propias celdas y no estar mezclados. También pidieron la eliminación de algunos regímenes de control en los centros penales de máxima seguridad”.
Labrador afirmó que las pandillas le han hecho una serie de solicitudes al gobierno, en las que piden “que la policía cese los operativos en las calles, y que se les dé dinero para créditos”.
Las negociaciones entre Bukele y las bandas fueron secretas y El Faro publica la noticia, el presidente afirma que es falsa.
“Hemos hecho dos revelaciones, pero el presidente no fue capaz de anular las pruebas que hemos presentado. Solo atacó al medio de comunicación, diciendo que El Faro tiene un financista oculto”, puntualizó.
