El ex-presidente francés Nicolas Sarkozy fue condenado a tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencias, lo que le convierte en el primer ex-inquilino del Elíseo en ser sentenciado a una pena de cárcel.
El Tribunal Correccional de París precisó que dos de esos años de cárcel están exentos de cumplimiento y que el tercer año de prisión firme puede ser convertida en detención domiciliaria o vigilancia con un brazalete electrónico. La corte condenó, además, a una pena similar al abogado del ex-presidente, Thierry Herzog, a quien impuso, adicionalmente, cinco años de inhabilitación para ejercer la abogacía.
La periodista Amanda Sánchez, corresponsal de Caracol Radio en París, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
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“Lo que hizo ex-presidente Nicolás Sarkozy fue sobornar a un magistrado para que la Corte de Justicia actuara a su favor. Por eso le está condenando. Se le ha impuesto una pena de tres años de cárcel. El Tribunal ha dicho que las acciones de Sarkozy son muy graves, porque pone en tela de juicio algo que para los franceses es sumamente importante, como es el valor de la justicia y la igualdad”, dijo la periodista.
Sánchez agrega que la sociedad francesa ha recibido la noticia con mucho estupor. “Se decía que Sarkozy tenía pretensiones de lanzarse a la presidencia en el año 2022. Ahora, se puede asumir que esa idea ha quedado atrás”, explicó.
La reportera indicó que en dos semanas se abrirá otro proceso contra Sarkozy, por presuntas irregularidades en la financiación de su campaña presidencial en 2012.
“Son varios procesos legales que tiene abierto el ex-presidente Sarkozy y sobre la base de eso, junto a su abogado, intentaron sobornar al magistrado de la Corte Suprema. Lo que hizo Sarkozy fue intentar valerse como figura política de Francia, para prometerle un alto cargo al magistrado de la Corte Suprema. Los tres fueron sentenciados este lunes”, destacó Sánchez.
Para la periodista la sentencia es más simbólica y no se verá en la práctica a un ex-presidente prisionero. “Lo más probable es que el ex-mandatario cumpla la condena en su hogar”.
Finalmente, Sánchez aclaró que la sentencia a Sarkozy no tiene que ver con una presión política. “Más bien todo lo contrario, al ex-mandatario se le está condenando por utilizar su influencia política para intervenir en el proceso judicial francés. Es una imagen distinta a lo que estamos acostumbrado en América Latina”, puntualizó.
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