En todo el país, están surgiendo indicios de una crisis de salud mental entre los jóvenes. Si bien en este momento no hay datos que vinculen de manera concluyente los suicidios de adolescentes con la escolarización remota o cualquier otro subproducto de la pandemia, los casos han aumentado en este periodo.
Susan Tellone, directora clínica de la Sociedad para la Prevención del Suicidio en Adolescentes, dice que “El suicidio no es un deseo de morir. Es un deseo de acabar con un intenso dolor emocional. Es un problema que realmente creen que no tiene solución”.
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El psiquiatra Manuel Ortega abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“La prevalencia o las tasas de suicidio tienen dos tipos. En principio se sabía que a mayor edad había más propensión al suicidio. Pero hoy en día se sabe que es propenso en adolescentes. El suicidio en adolescentes es la segunda o tercera causa de muerte”, dijo el doctor.
Para el especialista las causas son diversas. “La adolescencia es una etapa complicada de la vida. Todos pasamos por ahí. Nos toca desde los cambios hormonales, hasta la necesidad de transformarnos para llegar a tener la vida que pensamos que queremos tener. Es un proceso complicado de inestabilidad emocional y donde la sensibilidad se hacen muy presentes”, agregó.
Ortega también resaltó que el adolescente es impulsivo y que “esa es una de las características que conlleva al suicidio”.
Para el experto, el caso de Dylan Buckner es lamentable desde todo punto de vista. “Era un joven brillante, buen estudiante, deportista, generoso, querido, pero el punto es que el suicidio es el producto de muchos factores. Uno busca la razón. La pandemia solo fue un factor de riesgo, pero no fue la razón de origen”, explicó el psiquiatra.
Ortega también señaló que el COVID-19 también causa síntomas psiquiátricos como depresión, ansiedad e insomnio.
“Las recomendaciones para la gente que está pasando por un momento complicado y comienza a tener la idea de que es mejor estar muerto que vivo, es que la vida siempre da alguna alternativa de solución. Cuando las personas están deprimidas, el sentimiento es de desesperanza. A las personas que se sienten mal hay que decirle que hay salida y tienen que buscar ayuda”, añadió el experto.
El doctor destacó que la familia tiene que estar pendiente de los mensajes que mandan las personas como tristeza, depresión y otras cosas. “Es mejor ser exagerado que confiado. Cualquier señal es importante. Hay que abrir un camino de conversación”.
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