Según el reglamento publicado a finales del mes de septiembre en el Registro Federal, a partir de este 29 de noviembre ningún inmigrante indocumentado podrá ser deportado por no tener papeles de permanencia legal en Estados Unidos.
Esa misma norma otorgó un plazo de 60 días para el comentario público en cumplimiento con la Ley de Procedimiento Administrativo.
Jorge Cancino, editor principal de inmigración de Univisión, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Lo que marca esta medida es muy importante. Es un legado del gobierno de Joe Biden, de tratar a los inmigrantes de una manera más humana a lo que hizo el gobierno de Trump. Hay que recordar que para este gobierno no es un delito la permanencia indocumentada en el país, sino una falta de carácter administrativa. En este sentido, los inmigrantes indocumentados no pueden ser vistos como criminales”, dio Cancino.
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El periodista informó que el gobierno, en su capacidad ejecutiva, dio amplia discrecionalidad a los agentes de seguridad nacional para que consideren una serie de pautas antes de deportar a una persona.
“Las prioridades de deportación son bien claras. Están enfocadas en aquellas personas que son una amenaza a la seguridad nacional, seguridad pública y fronteriza. No obstante, en determinados casos, hay factores que pueden ser tomados en cuenta por los agentes para tomar la decisión de deportación”, agregó.
Esta medida no deja de sorprender, viendo la crisis en la frontera que ha tenido que enfrentar Joe Biden en su primer año de gobierno.
“Dentro de las prioridades de deportación se señala una fecha. Todas las personas que ingresaron a los Estados Unidos de forma ilegal después del 01 de noviembre de 2020, si son una prioridad de deportación. Por lo tanto, será más difícil para esas personas defender sus derechos de permanencia, excepto a que la persona argumente miedo creíble y le concedan el asilo. Cada caso es particular y no se puede generalizar”, destacó Cacino.
Para el periodista, la situación de la frontera es sumamente delicada y es un problema que llevará años en resolverlo.
“Mientras sigan habiendo causas para que las personas abandonen sus países de origen, las personas miran a Estados Unidos como su única alternativa de calidad de vida. Es un problema serio que Estados Unidos tendrá que solucionar. Lo que demuestra esta crisis del éxodo masivo de emigrantes, es que Estados Unidos ha tenido ocho años para mejorar su capacidad de respuesta y no lo consigue”, explicó.
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