Estados Unidos, luego de 20 años de guerra, dio este por terminada su misión en Afganistán. Una encuesta de The Associated Press-NORC realizada a principios de agosto, halló que seis de cada 10 estadounidenses decía que la de Afganistán era una guerra por la que no merecía la pena luchar. Sin embargo, otro sondeo de opinión señala que 6 de cada 10 estadounidenses desaprueba la gestión de Joe Biden en Afganistán.
María Isabel Puerta Riera, profesora adjunta de Ciencias Políticas en Valencia College, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Desde el punto de vista doméstico, hay una contradicción. Demócratas, independientes y republicanos, estaban de acuerdo que era hora de terminar la ocupación militar en Afganistán. Sin embargo, no es menos cierto que es una derrota militar y geopolítica de los Estados Unidos. El fracaso de la guerra y de la construcción de un estado democrático en Afganistán, lleva necesariamente a una reflexión sobre hasta qué punto Estados Unidos puede seguir intentando la construcción democrática a imagen y semejanza de las democracias occidentales”, dijo Puerta Riera.
Para la experta, otro problema es cómo Estados Unidos enfrenta otra derrota, luego de 20 años y de una inversión de recursos inmensa.
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“Los estadounidenses y los afganos dieron su vida en esa guerra. En el plano doméstico es necesaria una reflexión en cuanto a los procesos de intervención como en la intención de construir estados democráticos en el mundo. Es inevitable hacer una evaluación muy seria del proceso militar. Sin embargo, soy pesimista de que esa reflexión se vaya a producir”, agregó.
Cuando se habla de responsabilidades, Biden es el primer señalado porque como presidente y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, tomó la decisión de la retirada sin reparar mucho en los detalles. Sin embargo, la salida de Afganistán ya estaba acordada en el tratado de Doha, firmado por la administración Trump y los talibanes.
“Es cierto que esta guerra la arrastran tres presidentes y el cuarto decidió finalizarla como lo hizo. Habría qué ver por qué los antecesores de Biden no quisieron tomar la decisión de retirarse. Eso también debe entrar en la ecuación. También hay que tomar en cuenta el por qué fracasan los militares y por qué cae el gobierno afgano. Ahora Biden tiene que lidiar con aquellos sectores que insistían que había que quedare en Afganistán, con las amenazas terroristas de Al-Qaeda e Isis-K, y el Partido Republicano están cuestionando la retirada. Sin embargo, de cara a las elecciones de medio término, el americano promedio no votará por la política exterior, sino por el mercado laboral y el salario mínimo”, puntualizó Puerta Riera.
