El diplomático demócrata, Bill Richardson planea viajar a Caracas para reunirse con Nicolás Maduro. El objetivo de la reunión estaría relacionado con discutir el estado de varios ciudadanos estadounidenses detenidos en el país, como es el caso de los ex miembros de las fuerzas especiales de los Estados Unidos, que participaron en la fallida operación «Gedeón» y también los ex directivos de Citgo.
El analista político Willie Lora, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
«Bill Richardson fue un secretario de Energía de Estados Unidos, fue Congresista, gobernador de Nuevo México, ha sido un hispano que ha tenido una gran trayectoria política en Estados Unidos. Ha tenido muchos logros en negociaciones internacionales y ha sido muy respetado. Es una persona que tiene cierta credibilidad en este tipo de temas», dijo Lora.
Está al frente del Centro Richardson, cuyo objetivo es promover la paz y el diálogo en el mundo. En nombre de esta organización es que Bill Richardson quiere viajar a Venezuela para reunirse con Maduro, en una «visita privada».
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«Esto quiere decir que Estados Unidos se desvincula por completo como gobierno, de lo que pudiera ser una conversación con el régimen de Nicolás Maduro. El presidente Donald Trump ha reiterado en las últimas semanas que el presidente legítimo de Venezuela es Juan Guaidó. Sin embargo, el Departamento de Estado le da un permiso a Bill Richardson lo que es indispensable. Si se reúne sin permiso, podría enfrentar cargos ante la justicia estadounidense. No obstante, no se puede decir que el gobierno de Trump esté trabajando en conjunto con Richardson. Aunque no esté involucrada la administración Trump, sí se produce la percepción de que Maduro sea el que represente a Venezuela ante la organización de Bill Richardson», agregó el analista.
Es una situación ambigua, ya que la figura de Juan Guaidó es reconocida por más de 60 países, incluido Estados Unidos, como la única autoridad legítima en Venezuela. Sin embargo, Guaidó no es el que tiene detenidos a estos ciudadanos norteamericanos.
«Liberar a los dos exmilitares de Estados Unidos es la prioridad, ya que para Richardson y para la administración Trump sería un triunfo de política internacional, a pesar de que el gobierno se desvinculó de los actos de la operación Gedeón. Sin embargo, es una acción pensando en un eventual gobierno demócrata después de las elecciones de noviembre», explicó Lora.
América Digital
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