Dos provincias ecuatorianas vivieron 24 horas de terror cuando bandas armadas realizaron ataques sincronizados que fueron calificados por el presidente, Guillermo Lasso, como «una declaración de guerra» contra el estado de Derecho, el gobierno y la ciudadanía.
El mandatario decretó un nuevo estado de excepción en Guayas y Esmeraldas por 45 días, que implica un toque de queda desde las nueve de la noche hasta las cinco de la mañana.
El periodista Néstor Aguilera, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Hay una serie de presunciones y la primera está relacionada con el traslado de alrededor de un millar de internos de la penitenciaría del Litoral, considerada quizás como la cárcel más violenta de Ecuador y que está localizada sobre la ciudad de Guayaquil. Eso motivó que organizaciones criminales y bandas que están ahí, que se disputan el control al interior de los pabellones, reaccionaran y a manera de retaliación ordenaran a jóvenes que han reclutado que lleven adelante estas operaciones. En el Ecuador, por ejemplo, los menores de 18 años no pueden ser imputados y eso facilita también que estas organizaciones utilicen menores de edad para desarrollar acciones bastante peligrosas que han dejado a cinco policías fallecidos en las últimas horas”, dijo Aguilera.
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El periodista señaló que en el Ecuador se han producido muchos eventos violentos en las cárceles del país, en especial en la penitenciaría del litoral.
“Hay altos niveles de hacinamiento, a pesar de que el gobierno de Guillermo Lasso ha venido trabajando en ese sentido, pero tema de fondo es que estas bandas y mafias que operan allí adentro y que extorsionan a personas, son las que tienen que el control absoluto. Es decir, las autoridades no tienen el control efectivo de la seguridad. Lo que quiere el gobierno nacional con esta operación, lo que busca es retomar el control de esta cárcel para dar un primer paso que permita de una forma pacificar y que no se organicen delitos desde adentro”, explicó.
Los estados de excepción suelen ser cortos y muy puntuales, pero el que ha decretado el presidente Lasso es de 45 días.
“Son siete estados de excepción los que ha habido en los últimos meses y esto ha sido motivo de críticas. Muchos indican que los estados de excepción se han devaluado y esto hoy en día no funciona. Ahora bien, serán 45 días y terminará 9 días antes de la Noche Buena, de alguna manera lo que entendería, es que esta medida permita a tener miembros de las Fuerzas Armadas en las calles, que puedan frenar la ola de violencia”, apuntó.
Finalmente, Aguilera destacó que todos los ecuatorianos están preocupados por la seguridad ciudadana.
“Los índices se han elevado exponencialmente. La tasa de homicidios ha crecido, la tasa por cada 100.000 habitantes se ubican en 15 muertes y hay preocupación. Todo el mundo habla de la inseguridad”, puntualizó.
