FA/CMR
Algo malo ocurre en un país cuando la fantasía se instala en la política no para soñar un futuro mejor sino para disparar teorías que generan violencia y polarización.
QAnon, el movimiento de extrema derecha, responsable de distribuir varias de esas teorías, apuntó desde el 2017 a un santuario de mariposas en Texas argumentando que se está utilizando para el tráfico sexual de niños.
Se trata del Centro Nacional de Mariposas, ubicado en el Río Grande, cerca de la frontera entre Estados Unidos y México, en Mission, Texas.
El santuario llamó la atención de los grupos pro-Trump porque los planes del expresidente para construir parte del muro fronterizo a través de la propiedad del centro se vieron frustrados cuando en 2020, un tribunal federal de apelaciones en Texas se puso del lado del santuario y dictaminó que el plan fronterizo violaba los derechos de propiedad del centro.
Para apoyar su teoría ampliamente divulgada en redes sociales, QAnon ha puesto a circular en línea una foto manipulada que muestra un muelle de botes en el centro que trae personas desde una balsa. Como señala The New York Times, “las mentiras se han extendido tanto en los últimos años que el centro ahora recibe visitantes que no tienen ningún interés en las mariposas.
El mes pasado, un candidato republicano al Congreso de Virginia llegó al centro en busca de un sitio de traficantes de personas y tuvo un altercado físico con su director. Días después, un hombre de una nueva organización de medios asociada con Steve Bannon grabó un video fuera de las puertas del centro, alegando “amenazas creíbles de los cárteles que trafican niños a través del centro de mariposas”. Para demostrar su punto, levantó un pequeño zapato”.
El miércoles, continúa The New York Times, “mientras las mariposas revoloteaban sobre la hierba dorada por el invierno, los frenéticos miembros del personal llenaron archivos, enviaron mensajes a seguidores entristecidos y colgaron un cartel en la puerta: “Cerrado hasta nuevo aviso”. Cerca, una torre de vigilancia de la policía recién instalada brilló en rojo y azul”
Sí, tuvieron que cerrarlo temporalmente porque estaba en juego la seguridad de sus empleados y visitantes. Y tienen antecedentes de que eso podría ocurrir.
Recordemos cómo Comet Ping Pong, la pizzería de Washington se convirtió en el 2016, en el centro de la infundada teoría de la conspiración Pizzagate, que afirmaba que los demócratas dirigían una red de tráfico sexual de niños en el sótano del restaurante. Y ¿cómo terminó todo? Pues, con el arresto oportuno de un hombre de Carolina del Norte que condujo hasta la pizzería y disparó un rifle de asalto adentro. Gracias a Dios sin víctimas.
También el sábado 3 de agosto de 2019, un hombre blanco mató a veinte personas e hirió a otras veintisiete de origen hispano en un Walmart de El Paso Texas porque según él la migración “sólo puede ser perjudicial para el futuro de Estados Unidos” y se lamentó de un futuro en el que los hispanos tomaran el control de los gobiernos locales y estatales “cambiando las políticas para adaptarlas mejor a sus necesidades”. Todo esto en medio del acalorado debate sobre la inmigración ilegal, condimentado con teorías de conspiración y más polarización.
No, no es un asunto que toca las fibras de los observadores de mariposas y ecologistas solamente, lo que está detrás es una herramienta mediática y política que puede destruir a cualquiera cuando menos se lo espera.
