El Departamento de Justicia de Estados Unidos publicó este jueves una orden de incautación contra el cargamento de cuatro buques petroleros iraníes que se dirigían a entregar gasolina a Venezuela.
La justicia estadounidense señala que la venta de esta gasolina estaba destinada a financiar grupos terroristas. «Las ganancias de las ventas de petróleo respaldan toda la gama de actividades nefastas de los Guardianes de la Revolución Islámica», dijo el Departamento de Justicia en un comunicado.
Estas medidas forman parte del cerco diplomático y financiero que mantiene el gobierno de Estados Unidos en contra del régimen de Maduro. La estrategia estadounidense busca asfixiar al régimen, cortando todas las posibles vías de financiamiento.
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El 24 de junio, Estados Unidos sancionó a los capitanes de los cinco buques petroleros que transportaron gasolina iraní a Venezuela hace poco más de un mes. Además, sancionó a las navieras involucradas en la operación. El régimen se ha visto en la necesidad de importar combustible desde Irán por la escasa o casi nula producción de su aparto petrolero.
El país con las mayores reservas probadas de petróleo atravesó una escasez de gasolina que mantuvo al país paralizado durante varias semanas. Con la compra del combustible iraní, el régimen intentó darle solución a este problema; y así en lo hizo en Caracas y otras grandes ciudades del país, pero el cáncer de la escasez permanece latente.
En esta oportunidad son cuatro los buques afectados por las medidas son el Bella, Bering, Pandi y Luna. Los petroleros tienen un cargamento total de poco más de un millón de barriles con gasolina. La orden de incautación, emitida por el juez federal James Boasberg, establece que el cargamento incautado estará bajo jurisdicción de la corte federal para el Distrito de Columbia.
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