La plataforma Unitaria de Venezuela conformada por unas cuarenta organizaciones opositoras, confirmó que con las recientes persecuciones a líderes de oposición (Freddy Guevara y el propio Guaidó), el régimen de Nicolás Maduro estaría buscando frustrar el proceso de negociación.
En el texto publicado por la organización señalan que no les parece “casualidad“ que el régimen esté persiguiendo dirigentes después de que Jorge Rodríguez, ahora presidente de la Asamblea Nacional, acusara a grupo de opositores del partido Voluntad Popular de estar vinculados con los hechos ocurridos hace unas semanas en la Cota 905.
Sin embargo, La oposición asegura que continuará sus esfuerzos para buscar una salida “constitucional, democrática, pacífica y electoral” a la crisis venezolana de la que culpan al régimen de Maduro.
Ángel Álvarez, PhD en Ciencias Políticas por la Universidad de Notre Dame, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
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“La oposición no tiene fuerza. Los recursos de la oposición en 2015 era su poder institucional limitado. En segundo lugar, tenía un apoyo popular marcado en elecciones sucesivas, y en tercer lugar, la cohesión aparente de una coalición que funcionaba de forma más o menos armónica. En estos momentos la oposición está fragmentada, desde el punto de vista estratégico a cómo manejarse frente al gobierno, y eso ha debilitado tanto a su apoyo interno por parte a la población, como al apoyo de los actores internacionales. Ahora mismo, la comunidad internacional todavía reconoce la vocería de una parte de la oposición que lidera Juan Guaidó, pero saben que hay otros actores en el ambiente, y saben que el grupo de Guaidó no es ni el más numeroso ni el más poderoso”, dijo Álvarez.
Para el experto, las otras facciones de la oposición que comparten el poder con Guaidó, son los que quieren participar en las elecciones. “En ese sector podemos distinguir dos grupos. Una oposición que podemos llamar leal al gobierno autoritario, que está dispuesta a participar en la elección bajo cualquier circunstancia y se resigna con una cuota de poder. El otro sector de la oposición, está dispuesto a participar en las elecciones, exigiendo condiciones más justas. Esta oposición electoral está dispuesta a participar, pero carece del poder para exigir condiciones electorales justas”.
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Álvarez también indicó que además de estos dos grupos, también está el sector de la oposición que sostiene que no hay ninguna negociación posible y siguen clamando por una invasión extranjera que lleve a la renuncia de Maduro, renunciado a cualquier solución política.
“Teniendo estos tres sectores, aunado al grupo de Guaidó que propone el Acuerdo de Salvación Nacional, que no está nada claro de qué se trata, hay cuatro factores de oposición. Por eso es difícil coordinar acciones que presionen al gobierno de Maduro y mucho menos presentarse de forma cohesionada ante los aliados internacionales. En este momento, lo máximo que puede esperar la oposición no es una transición política, sino a la flexibilización de las condiciones electorales para permitir que la oposición sobreviva y se reagrupe”, explicó el politólogo.
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Ante los últimos acontecimientos y arremetidas del régimen de Maduro contra activistas de derechos humanos y miembros de Voluntad Popular como Freddy Guevara y Juan Guaidó, muchos creen que la razón la tiene el factor de la oposición que quiere una intervención internacional. Otros creen, que esas detenciones son un peine para torpedear la negociación.
“Hay un sector poderoso dentro del gobierno que está interesado en desactivar cualquier acción opositora. El régimen quiere a una oposición fragmentada y débil. Por eso, prefieren a la llamada oposición leal. Con este objetivo, logran una cierta apariencia de competencia electoral y tendrían el dominio. Para eso, no solo deben fomentar la abstención, sino impulsar grupos dentro de la oposición que lideren un boicot. En este sentido, el grave error de la oposición es proponerse acciones que no puede realizar como una acción de fuerza. Es irracional insistir en esto, pero ese grupo no quieren el poder en este momento, sino que hacen una especie de reserva de posiciones”, afirmó.
Álvarez comentó que para la oposición lo más racional es demostrar que quien no quiere elecciones es Maduro. “Por eso, la mejor estrategia es seguir presionando por negociación internacional y acuerdos democráticos. La oposición no tiene otra opción”, puntualizó.
