La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo ver con «extrema preocupación» el clima de «represión» que rodea a las elecciones del próximo 7 de noviembre en Nicaragua, y consideró que no cumplen con los estándares para garantizar que sean «libres, justas, transparentes y pluralistas».
Doctor Álvaro Leiva Sánchez, secretario ejecutivo de la Asociación Nicaraguense Pro-Derechos Humanos, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Hay que aclarar que lo que ocurrirá en Nicaragua no es un proceso electoral, sino un acto ilegítimo que va en contra del pueblo de Nicaragua. La Corte Interamericana de Derechos Humanos y la OEA apuntan que lo que están sucediendo en el país es legitimar la ilegalidad de Daniel Ortega. Ese día se va a ratificar que Ortega tiene el poder absoluto en medio de una crisis humanitaria”, dijo Leiva Sánchez.
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Para el defensor de los derechos humanos, la comunidad internacional debe estar más en sintonía para establecer otras acciones contra el régimen de Ortega.
“La comunidad internacional debe estar comprometida a quebrar esta dictadura que lleva dolor y sangre al pueblo de Nicaragua. Este es el tema que hemos venido trabajando. Debe existir más incidencia de la comunidad internacional”, agregó.
Leiva Sánchez destacó que en este momento en América Latina existe el “triangulo del mal”, conformado por Nicaragua, Venezuela y Cuba.
“Estos regímenes han estado violando los derechos humanos y hay que llevarlos a un punto de quiebre. Hay que tomar decisiones drásticas para implementar más sanciones individuales e institucionales en contra de las dictaduras. El 8 de noviembre habrá más de lo mismo. Ortega llevará a cabo el ejercicio ilegal y se perpetuará en el poder, porque no hay legalidad y no se respeta la voluntad del pueblo. Ha encarcelado a todos los opositores. No vamos a aceptar eso y vamos recrudecer nuestras acciones”, enfatizó.
El activista también comentó que todos los poderes en Nicaragua son contralados por Ortega.
“La Corte Interamericana de Derechos Humanos dice que lo que hay en Nicaragua es una concentración del poder y no hay independencia de poderes. Esto lleva al país a una crisis sociopolítica”, apuntó.
