«No cabe duda que un gran estallido social, recesión económica y pérdida de popularida de los partidos tradicionales, indica que nos encontramos ante una crisis de la democracia. Se corre el riesgo de perderla por completo, pero también puede ser una oportunidad para su fortalecimiento». Ese extracto pertenece a un artículo titulado “Crisis y reequilibramiento de la democracia”, escrito por el profesor de estudios políticos de la Universidad Austral de Chile Miguel Ángel Martínez Meucci.
Al leer el artículo, pareciera un relato de la Venezuela a finales de los años 80. Es clara la similitud con la realidad que vive Chile actualmente.
Miguel Martínez Meucci abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
«El artículo refleja algunas semejanzas entre el caso chileno y el venezolano de hace 30 años. Está redactado para que los lectores chilenos puedan identificar a Chile y los venezolanos a la Venezuela de 1989. Si bien cada episodio histórico es absolutamente único e irrepetible. Sin embargo, es interesante ver como el momento actual que vive Chile, en muchos aspectos recuerda la crisis que en Venezuela se vivió en 1989 con El Caracazo. En aquel momento Venezuela era el país mejor posicionado en América Latina en cuanto al desarrollo, la modernización y la consolidación democrática. Algo muy parecido es lo que está viviendo Chile en estos momentos, pero pareciera estar entrando en una coyuntura crítica muy delicada que pudiera fortalecer su democracia o perjudicarla», explicó Meucci.
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Meucci utiliza una frase muy significativa para referirse a Chile: “el alumno aventajado de la región”. Con esa frase también se puede calificar a la Venezuela de los años 80.
«Chile ha sido uno de los países que ha tenido más desarrollo en la región en los últimos 30 años, con mayor fortalecimiento en las instituciones democráticas, crecimiento económico. Chile también forma parte de la Organización para la Economía y la Cooperación para el Desarrollo (OCDE), y en muchos aspectos es una sociedad que ha logrado modernizarse de forma impresionante. Sin embargo, no deja de haber conflictos sociales, traumas históricos, deudas pendientes, y todo esto se verifica en un aumento de la protesta que para muchos ha sido sorprendente, pero que muchos científicos sociales lo venían anticipando. Es normal que países que experimentan rápidos crecimientos económicos y de modernización, un sector de la sociedad se quede desfasado y esto genere una frustración social», agregó el profesor.
En Chile se realizará próximamente un referéndum para cambiar la constitución y todo parece indicar que la sociedad es favorable a que se cambie la carta magna.
«Chile tiene una especie de gran trauma nacional con respecto a la Constitución actual que procura el estado subsidiario, que establece que todo lo que pueda ser desarrollado por la sociedad civil o por los sectores privados, y que solo en los sectores donde lo privado no realice sus acciones, el estado podría intervenir. Esa Constitución era muy autoritaria al inicio, pero después de la transición de la democracia, tuvo cambios muy importantes y progresivamente se ha ido estableciendo una Constitución muy democrática. Lo que no se borra fácilmente en Chile son los traumas históricos. Todo parece indicar que el nuevo tipo de Constitución que pudiera dirigir al país al modelo económico argentino, que contemple que el estado debe ocuparse de una cantidad de cosas. Esto puede repercutir en la administración pública y en el gasto público», destacó el profesor.
