El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), conformado a instancias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), presentó el martes su informe al presidente Luis Arce. Éste abarca septiembre y diciembre de 2019, los últimos días del gobierno de Morales y los primeros de Áñez tras las elecciones calificadas como fraudulentas por la OEA.
El informe señala que “la policía y las Fuerzas Armadas usaron la fuerza de modo excesivo y desproporcionado” en la gestión de Áñez y cuestiona y critica al Poder Judicial y al Ministerio Público por su “falta de independencia”, por no garantizar el “debido proceso” y por su “instrumentalización para la persecución política”. Asimismo, sugiere una reforma a fondo.
Áñez, por su parte, aceptó ser investigada y retó a su antecesor, Evo Morales, a someterse a un proceso independiente por las muertes y violaciones de los derechos humanos ocurridas durante la crisis de fines de 2019.
Carlos Cordero, politólogo y profesor universitario, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
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“El informe presentado por este grupo de investigadores independientes, también ha concluido que debería llevarse adelante un proceso de justicia, peor que tendría que haber previamente un trabajo de renovación y de reforma del sistema de justicia boliviano, a fin que haya un proceso judicial independiente que investigue a los gobiernos de Evo Morales y Jeanine Áñez para dictar responsabilidades”, dijo Cordero.
En cuanto a la situación de Jeanine Áñez, el analista afirmó que está padeciendo un calvario.
“Está en una prisión, muy afectada de salud y de manera adicional está completamente sola. Todas las personas que gobernaron con ella están en prisión, en el exilio y otros se han lavado las manos. Áñez no tiene oportunidad contra el poder del estado, con un sistema judicial parcializado y contra un partido político que parece buscar venganza. Ella está en una situación de alta indefensión”, destacó.
Cordero también explicó que hoy en día la oposición política boliviana está fragmentada.
“Tenemos un país dividido y el partido de gobierno está sólidamente unido. Actualmente, el trasfondo político es la inminente candidatura de Evo Morales para el 2025, mientras que en la oposición hay muchas voces que no coinciden”, puntualizó.
