La mayoría Demócrata en la Cámara de Representantes de Estados Unidos inició este lunes el proceso para un segundo juicio político -impeachment- al presidente saliente, Donald Trump.
Los legisladores acusaron formalmente a Trump por el cargo de «incitar una insurrección», por su responsabilidad en el asalto al Capitolio del pasado miércoles.
El texto de la resolución para un juicio político indica que, al alentar la insurrección de sus seguidores, Trump «puso en grave peligro la seguridad de los Estados Unidos y sus instituciones de Gobierno».
«Amenazó la integridad del sistema democrático, interfirió en la transición pacífica de poder; y puso en peligro una rama de Gobierno. Por tanto, traicionó su confianza como presidente», dice la resolución.
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La semana pasada, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, había advertido que si el vicepresidente Mike Pence no invocaba la vigesimoquinta enmienda de la Constitución estadounidense -que permite designar al presidente como incapacitado para el cargo-; el Congreso estaba listo para iniciar el impeachment contra Trump.
Los demócratas controlan la Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos, por lo que se espera que la votación contra Trump sea aprobada sin contratiempos. Sin embargo, el Senado todavía está bajo control Republicano, lo que podría obstaculizar el proceso.
La acusación formal en la Cámara Baja obligaría al Senado a iniciar un segundo juicio político contra Trump. Hace un año se llevó a cabo el mismo proceso por las presiones del presidente a Ucrania; pero la Cámara Alta no tiene previsto retomar su actividad hasta el 19 de enero, un día antes de que el presidente electo, Joe Biden, llegue al poder.
Los demócratas consideran aún así necesario someter a ese proceso a Trump por su responsabilidad en el asalto al Capitolio, y aunque no podrán destituirle, han incluido en la resolución otra consecuencia que sí le afectaría: su inhabilitación para ocupar futuros cargos políticos.
