Los datos recabados en 2019 por la agencia de la alimentación de las Naciones Unidas, FAO, señalaban que 9,3 millones de venezolanos estaban pasando hambre.
«Ciertamente esa cifra se publicó a comienzo del 2020, es una cifra prepandemia. Esto nos tomó con una crisis preexistente. Hemos visto el empeoramiento de las condiciones en muchas comunidades», señaló Herrera en entrevista con César Miguel Rondón para En Conexión.
Uno de los aspectos que resalta la especialista, es que la calidad de la dieta ha decaído considerablemente, así como también, la variedad.
«Esta disminución nos lleva a cosas tan lamentables como que hay gente comiendo uno o dos tipos de alimentos al día. Hasta hace dos semanas las madres de comunidades desprotegidas no eran ni siquiera capaces de atreverse a soñar con una hallaca», reveló.
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De acuerdo con su explicación, en Venezuela ahora predomina lo que se considera una dieta proinflamatoria.
«Promueve unos estados metabólicos en el organismo que no son compatibles con la buena salud».
Bajo un patrón normal, apuntó Herrera, una persona debería ingerir entre 20 y 40 tipos de alimentos al día, entre los cuales, generalmente hay algunos que previenen la inflamación.
Asimismo, continuó diciendo que al restringir la dieta, hay un aumento de todos los niveles de oxidación, «que van a producir los radicales libres promotores del envejecimiento».
La experta indicó que por el contrario, las vitaminas contenidas en algunos alimentos, ayudan a sobrellevar un envejecimiento más saludable.
«Con la cifra que ya teníamos de la FAO y con la migración que nos ha dejado con una población de aproximadamente 28 millones de personas, podemos decir que hay un tercio de los ciudadanos que están en condiciones muy críticas», aclaró.
Otras cifras de la crisis alimentaria
Un porcentaje que consideró importante es ese 59% de los venezolanos reseñado por la FAO que está en una condición de seguridad alimentaria marginal.
«Es decir, esa es gente que está viviendo al límite. Es gente que come lo mínimo pero sacrificando la educación, el gasto en vestido, el gasto en recreación. El objetivo es sobrevivir».
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